Baterías virtuales de autoconsumo fotovoltaico: funcionamiento y ventajas

Qué son las baterías virtuales

Es un modelo mediante el que aprovechar los excedentes de energía acumulados sin recurrir a un método de #almacenamiento. Esto se debe a que, pese al nombre, no existe una batería a la que se dirija la electricidad. Lo que se hace es suscribir un contrato con una comercializadora, la cual llevará la contabilidad de lo generado en un periodo de tiempo determinado.

En otras palabras, la empresa que hayamos seleccionado anota la cantidad de energía que producimos y que no consumimos. Por tanto, conseguimos un saldo a favor en función del excedente y que se descontará en la factura de la luz. En la práctica, lo que hacemos es vender a una comercializadora la electricidad sobrante que produce nuestra instalación.

La empresa acumula el valor del excedente a modo de saldo en la batería virtual, también conocida como monedero solar. Así, podemos conseguir una reducción de la factura del 100 %, ya que habremos generado tanta energía como para cubrir nuestras necesidades. Además, tenemos la capacidad de decidir cómo y cuándo se va a aprovechar la energía.

Ya sea para la vivienda habitual o para la secundaria, existe la posibilidad de satisfacer los gastos energéticos con la misma batería virtual. Por ello, disfrutamos de una mayor flexibilidad y de la electricidad que generamos para nuestro autoconsumo allí donde queramos.

Ventajas

El uso de baterías virtuales es uno de los #nuevos modelos de negocio que ponen en marcha las #comercializadoras. Dado el auge del autoconsumo y sus particularidades, las empresas se adaptan a las necesidades del consumidor, quien recibe una amplia variedad de ventajas.

Sostenibilidad

La sostenibilidad es uno de los beneficios clave, ya que las baterías virtuales disminuyen la dependencia de fuentes de energía contaminantes. También reducen la necesidad de levantar una instalación compleja que pueda tener un impacto dañino en el medio ambiente. Igualmente, no existe una batería física que tenga que sustituirse al final de su ciclo de vida y que exija una gestión de residuos exhaustiva.

Ahorro

Es una de las principales ventajas que vamos a obtener. La acumulación del saldo a nuestro favor llega a cubrir el 100 % del coste de la factura de la luz. Pese a no tener una batería convencional, seguimos disfrutando de la misma autonomía que si la tuviéramos. Además, ahorramos en la propia infraestructura de la instalación de generación, la cual no necesita un elemento de#almacenamiento.

Almacenamiento

Solo tenemos los límites que marque el contrato con la comercializadora, es decir, no estamos sujetos a una restricción física. Aprovechamos la infraestructura de la empresa, la cual es más eficiente y está manejada por profesionales. Así que, evitamos una amplia variedad de problemas, como que un error en la gestión o el mantenimiento de la batería provoque una descarga.

Facilidad de instalación

Las baterías virtuales no requieren instalación, pues solo vamos a suscribir un contrato con una comercializadora. Así, no se va a realizar ninguna obra más allá de las llevadas a cabo en el proyecto original de energía renovable.

Escasa inversión

La inversión que se tiene que llevar a cabo es prácticamente nula. Al no tener que instalar una batería física, nos ahorramos esa parte. Sin embargo, es necesario pagar a la comercializadora algunas comisiones por el servicio que nos ofrece. Por ejemplo, dado que realiza tareas de gestión, cobrará una pequeña cantidad de manera mensual, la cual es menor que el gasto que podría suponer una tarifa eléctrica.

Nuevos modelos de negocio

La existencia de las baterías virtuales permiten la aparición de #nuevos modelos de negocio para las comercializadoras. Estas prestan un servicio de gran valor para las comunidades energéticas o para las personas que apuestan por el autoconsumo en general.

El autoconsumo como una opción consolidada

El autoconsumo se ha consolidado como una opción viable y beneficiosa para los consumidores de energía. Con la tecnología solar fotovoltaica, pueden generar su propia electricidad para reducir su dependencia de la red eléctrica. Asimismo, existen varios modelos que nos ofrecen unas ventajas muy interesantes.

Al mismo tiempo, el autoconsumo contribuye a la transición hacia una economía baja en carbono, ya que se aprovechan las energías renovables de una manera descentralizada. También puede proporcionar beneficios a la red eléctrica al reducir la demanda durante los picos de consumo y traer una cierta estabilidad de precios para el público en general.

También hay que tener en cuenta que, en muchos países, las políticas gubernamentales están apoyando el autoconsumo a través de incentivos financieros y las empresas no se quedan atrás con sus propuestas. Y con el avance de las tecnologías y métodos de almacenamiento de energía, la generación eléctrica para uso propio se está volviendo aún más atractiva.

¿Cuándo conviene más una batería virtual?

Saber si nos interesa o no una batería virtual depende de numerosos factores.El principal es nuestra situación personal, pero podemos tener algunas consideraciones en cuenta:

Si la instalación genera un gran excedente, una batería virtual es una solución adecuada para sacarle todo el partido posible a la energía.

Otra razón reside en el consumo que realicemos. En caso de que sea estacional, contratar el servicio con una comercializadora es interesante. Esto se debe a que los excedentes no caducan, lo que nos permite aprovecharlos en momentos puntuales.

También es una buena alternativa si tenemos una segunda vivienda, ya que el excedente no está ligado a una ubicación física concreta, sino al titular que lo produce.

El aprovechamiento de la #energía renovable está en constante evolución, como demuestran las baterías virtuales. Soluciones así consiguen crear un nuevo modelo de negocio con el que proveer de un servicio de gran utilidad. Ya sea para ahorrar en la instalación o para aprovechar al máximo unos excedentes, se trata de una idea que no deberíamos pasar por alto.